Mi hija me odia...

Era una pregunta constante que mi mente se repetía todas las mañanas ¿mi hija me odiará?... al parecer creo que somos rivales cada que ve el material de terapia, ella en su lucha de querer jugar conmigo y yo en mi lucha de lograr los objetivos que nos habíamos puesto de manera semanal. 

Aunque yo sabía que si no trabajábamos de manera constante no podríamos avanzar como ya lo teníamos contemplado, cada que salía el sol en mi mente solo estaban esos objetivos muy marcados, los cuales teníamos que cumplir al pie de la letra, pasara lo que pasara los teníamos que lograr, no importaba si estaba cansada, triste, sin ganas, desanimada, pero siempre había un objetivo por el que se tenía que trabajar.

 Mi mente pensaba mil cosas; "uuuf pero que delicia esas familias que tienen terapeuta personal en casa, que diera yo por tener un poco de ayuda" " que fácil debe de ser para los que solo tienen un hijo" "tal vez si generara mas dinero podría contratar a alguien para que trabaje con ella todos los días" "¿pero como voy a conseguir más dinero? si yo decidí estar con ella en casa para guiarla y decidí renunciar a lo que tenía" "tal vez si no fuera mamá soltera sería mas fácil" y así se iban los días, entre preguntas sin respuesta, algunos  días en pijama y con mala cara trabajábamos de manera constante por que TENÍAMOS QUE TRABAJAR día a día... como me lo había propuesto.

Que difícil darte cuenta y aceptar que tu hija algunas ocasiones al sentarse en esa "silla de terapias" como le llamábamos,  se convertía en tu peor enemiga o al menos así lo sentía yo, me desesperaba no ser la madre amorosa y paciente que aceptara cualquier resultado sabiendo que para ella era un esfuerzo, "¿pero por que muchas mamás lo pueden hacer?" "¿será que están pasando lo mismo que yo y no lo dicen?" "¿será por que tienen ayuda?".... uuuf mil preguntas más en mi cabeza que no me daba tiempo de contestar por que teníamos que salir corriendo a las terapias y actividades que nos faltaban. 

Corríamos una vez a la semana a terapia de lenguaje, por que lo que yo le daba en casa solo era un complemento de lo mucho que ella necesitaba y sobre todo necesitábamos escuchar los avances que ella llevaba y todo lo que nos hacia falta trabajar; era como correr a un examen semanal en donde no se sabía cual sería el resultado, ¿pero como era posible que trabajara bien en la semana;  si mi hija adolescente había tenido una crisis en donde no pude ayudarla , si mi hijo me había esperado horas para que lo llevara al parque mientras yo intentaba que AnaVic tuviera una buena pronunciación y así se nos había pasado el día y el parque no había sido posible... chin no se que me vaya a decir la terapeuta pero espero que al menos el esfuerzo haya valido la pena.

"¿Queeeeeeee? si todo eso lo practicamos en casa", "juro que ya lo decía, en verdad ya lo decía" "por que mi hija hace esto si ya lo decía, hasta parece que lo hace a propósito"... entre cansancio y batallas ese día no fue un gran día en la terapia, como ya habían sido semanas atrás, CONDUCTA, TENEMOS QUE TRABAJAR CONDUCTA, si no se trabaja la conducta no lograremos los objetivos.... ok ok pero no me da tiempo de preocuparme por que tenemos que salir corriendo a sus otras terapias, entre la parte física, lectura, natación, y todo lo que nos falta en el día para que Anavic logre sus OBJETIVOS.... Y de repente llegaba la noche, todos dormían y mi cansancio era grande pero mis pensamientos más;  "tal vez si mañana me despierto más temprano logre más cosas" y así puedo estar también como mis otros dos hijos... ES QUE CREO QUE NO SOLO MI HIJA ME ODIA, TAL VEZ MIS HIJOS ME ODIAN... de nuevo a pensar lo mala madre que he sido, pero como es posible que puedo transmitir tanta paz al exterior si mi mente es un caos.... 

Y si ese día el que mas anhelaba llegó, donde el caos hizo de las suyas... recuerdo que fue en una terapia en donde ya no pude más, sentada atrás escuchando como no habíamos cumplido los objetivos que nos habíamos propuesto, voltee a ver a AnaVic con ojos de cansancio los mismos que yo reflejaba, sus ojos eran mis ojos, entre lagrimas y frustración recuerdo haber dicho; "YA NO QUIERO SER MAS SU TERAPEUTA, QUIERO SER SU MAMÁ" recuerdo haber salido y al subirme a la camioneta llorando voltear a ver su ojos también cristalinos y decir; "¿por qué no puedo ser tu mamá? si yo lo que más anhelo ir a comer un helado contigo, sin tener que contar cuanta azúcar te vas a comer y pensar si eso te afectará a nivel cognitivo, anhelo ir a comer un helado sin tener que estar pensando en que podría trabajar ahí para lograr nuestros objetivos y siiiii así lo dije;

"A LA CHINGADA TODO HOY VOY A SER MAMÁ" no se que va pasar pero lo que si se es que vamos a ser felices... y hoy se que soy mejor mamá que terapeuta.

¡Hoy me doy cuenta que mi hija no me odia simplemente necesitaba un poco de su mamá!